lunes, 5 de julio de 2010
SEMESTRALES NADERÍAS
domingo, 6 de junio de 2010
"SALVAJEMENTE EXAGERADOS"
Horas más tarde, Hungría y la propia UE consideran "salvajemente exagerados" los pronósticos sobre la quiebra de Hungría.
domingo, 9 de mayo de 2010
SORPRENDENTE PRIMAVERA
El sábado 10 de abril, la conmemoración del 70º aniversario de la matanza de oficiales polacos en Katyn por orden de Stalin fue sustituída por la muerte súbita de quienes iban a protagonizarla: el Presidente Lech Kaczynski, su esposa y 94 altos cargos civiles y militares. Fabricado en la Unión Soviética pero pilotado por polacos, el avión Tupelov que los conducía se estrelló en los bosques de la región de Smolenska, en medio de una densa niebla. Putin presentó de inmediato sus condolencias al primer ministro polaco, Donald Tusk. Cuatro días antes, había sido el primer gobernante ruso en reconocer la masacre del 40, pero recordando a su vez que con ella Stalin se había vengado por la muerte por hambre y enfermedades, en 1920, de 32.000 soldados del Ejército Rojo capturados por los polacos.
Presidente de Polonia desde 2005, con un año en la cárcel por “antisocialista” y varios de militancia en Solidarnosk que le hicieron tan popular como su hermano mellizo -ex primer ministro-, Kaczynski fue un campeón de la derecha más dura, tan incómodo para los rusos como para sus socios de la UE. Cuando los líderes extranjeros se disponían a asistir a su entierro en la catedral de Bratislava, ya había estallado el disenso entre los propios polacos: muchos se oponían a que Kaczynski y señora fueran instalados en un espacio hasta ahora reservado a los más grandes de la nación. La expansión de la nube volcánica procedente de Islandia impidió a su vez la asistencia de los líderes extranjeros.
Con la nube volcánica, se extendió a lo largo de Europa una alerta generalizada que trajo una paralización del tránsito aéreo económicamente desastrosa para todos y humanamente implacable con los pasajeros en espera. Mientras tanto, una oleada de crisis políticas impulsadas por la crisis financiera iniciada en EEUU hace tres años con sus grandes culpables impunes y los controles gubernamentales sin acordar, sigue golpeando de variadas maneras a los veintesiete estados de la Unión Europea y, sobre todo -aguijoneados por el escándalo de Grecia- a los dieciséis de la Eurozona. Bélgica radicaliza, precisamente en Bruselas, ese largo enfrentamiento entre flamencos y walones capaz de romper al Reino antes de lo imaginado: en junio serán las legislativas. Hungría sustituye ocho años de gobierno socialdemócrata mediante otro, conservador, presidido por Fidesz, que promete, rotundo, crear empleos, rebajar impuestos y reducir la burocracia. Sarkozy sigue perdiendo peso después de las regionales, exhibiéndose mucho menos y clausurando las reuniones diarias cada mañana del equipo de asesores que supuestamente orquestaba su agenda diaria. Merkel desconcierta a sus colegas al condicionar la ayuda urgente a Grecia a la estabilidad del euro, acosada por su socio liberal, castigada por una cadena humana de 120 kms en protesta contra su política nuclear. Ya no puede ocultar sus dudas, a la espera de lo que decidan las elecciones del 9 de mayo en la poderosa Renania Westfalia. Berlusconi pone en escena sus groseras discrepancias con sus propios aliados: televisada disputa con Fini, a quien Bossi querría excluir de la coalición. Y Brown protagoniza la derrota del laborismo en las elecciones británicas, ante el Partido Conservador de Cameron que, al no ganar la mayoría absoluta, busca aliarse con el liberal-demócrata Clegg,estrella de la campaña pero muy castigado por el sistema electoral, cuya reforma exige. Si Cameron y Clegg no llegan a un acuerdo, Clegg bien podría acordar una alianza con los laboristas. “Hemos asumido el lugar del Laborismo en la política del Reino Unido para pasar a ser el lugar natural de la política de progreso”, afirmó durante su campaña.“Venimos de la misma tradición histórica”. Descendiente de un noble ruso que fue procurador del Senado en la Rusia imperial, hijo de una holandesa, educado en grandes universidades, casado con una vallisoletana, dándole nombres españoles a sus tres hijos, , eurócrata como su mujer en Bruselas, eurodiputado antes de entrar en los Comunes, capaz de hablar fluidamente además del inglés paterno y el holandés materno el español de su mujer, el alemán y el francés, cuesta imaginar a otro líder con tantas capacidades para ayudar a todos en el urgente reajuste de las estructuras y las políticas de la UE.
lunes, 26 de abril de 2010
GIRO A LA DERECHA EN HUNGRÍA
Center-right Fidesz secures two-thirds majority in Hungarian elections

Hungary's center-right Fidesz party has won a two-thirds parliamentary majority in the second round of national elections, giving the new government sweeping powers to push through reforms and boost growth.
The party of former Hungarian Prime Minister Viktor Orban, the center-right Fidesz, has pledged to build a "new system" after winning an unprecedented two-thirds majority in the second round of national elections, according to preliminary data from the National Election Office.
"We have been able to bring about great change through democratic means that previously we could have only done with a revolution," Orban told a jubilant crowd in the capital Budapest.
With nearly all votes counted, Fidesz is set to fill 263 of 386 seats in parliament. Holding a two-thirds majority means Orban can form the first non-coalition government in post-communist history, enabling Fidesz to fast-track reforms and structural changes.
"New system"
Orban's call for a new system is an allusion to the fall of communism in the country 20 years ago. The subsequent change to democracy is known as the "change of system."
Bildunterschrift: Fidesz regularly attracts large crowds
The prime minister-elect told supporters that Fidesz will rebuild a country "ruined by oligarchs abusing their power."
Orban, who was prime minister from 1998 to 2002, is a former liberal anti-communist dissident with a strong anti-globalization stance.
Fidesz will have to move swiftly on implementing reforms. The most pressing issue is the country's finances. A new deal with the International Monetary Fund (IMF) will have to be negotiated, which is likely to require substantial fiscal, labor market, education and health reforms to convince the IMF that Hungary can become more competitive.
In 2008, the IMF had saved Hungary from the brink of bankruptcy with a billion dollar bailout package.
Fidesz has pledged to cut taxes to attract foreign investment and create a million jobs in ten years. The party also wants to curb corruption and reduce the size of parliament to make it more efficient.Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Hungary was bailed out by the IMF in 2008
Swing to the right
Hungary's swing to the right was further underscored by the Jobbik party's first entry into parliament with 47 seats, making it the third-largest force in parliament. The far-right party is known for its anti-Roma, anti-Semitic and anti-EU stance. The new left-wing green LMP party took 16 seats.
Socialist leader Ildiko Lendvai, whose party has been in government for the last eight years, has handed in her resignation after her party won just 59 seats, according to preliminary data.
Fidesz had won an outright majority in the first round of the elections on April 11 by winning 206 of 386 seats.
ng/Reuters/dpa/AFP
Editor: Nigel Tandy
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