martes, 25 de mayo de 2010

CLARÍN: "LOS LOGROS Y LOS DESAFÍOS ANTE EL BICENTENARIO"

Los logros y los desafíos ante el Bicentenario

00:00

Por: Clarín.com

El país celebra en estos días los doscientos años de la Revolución de Mayo entre certidumbres, frustraciones y esperanzas. El legítimo orgullo de atravesar esta meta bicentenaria se ve resaltado por una sociedad que ha madurado y asumido lo que representa la vida en libertad y la asunción del propio destino, cargando a la vez con las deudas, asignaturas pendientes y postergaciones en el camino de construcción de la nación.

Además de los actos, festejos y celebraciones conmemorativas importa señalar los balances del país que hoy tenemos con la perspectiva que nos ofrece el espejo de nuestra historia. Encontramos allí la promesa de un país que nació a la vida independiente atravesado por distintas luchas, guerras externas e internas que logró superar exitosamente para ofrecerle a sus habitantes, nativos e inmigrantes, un futuro de prosperidad y progreso. Esa promesa se plasmó en un modelo de inserción internacional que proyectó a la joven república, un siglo atrás, como uno de los países emergentes con mayores perspectivas de desarrollo.

La crisis de dicho modelo de inserción dejó a la Argentina fuera de aquel pretendido destino manifiesto y a la búsqueda de un camino de autonomía cuyo recorrido estuvo signado por el debilitamiento institucional, la inestabilidad política, el autoritarismo y la incapacidad de los grupos dirigentes para formular un modelo de país que contemplara la diversidad de intereses, ideas y potencialidades.

Existieron momentos de expansión económica seguidos de momentos de retracción y crisis; ciclos políticos de apertura y participación seguidos de ciclos de clausura y oscurantismo; períodos de inclusión seguidos de otros caracterizados por exclusiones sociales que frustraron las perspectivas del país. Lo que no pudo lograrse, y sigue como una de las grandes metas pendientes a veintisiete años de la recuperación de la democracia, es una coincidencia aproximada entre estas tres grandes e ineludibles condiciones para el desarrollo de un país: la vigencia de instituciones y prácticas democráticas, políticas que promuevan un crecimiento económico sostenido y sustentable y una distribución de la riqueza y de las oportunidades que favorezcan la inclusión social y permitan mejorar los indicadores de desarrollo humano.

Hay un largo listado de problemas y desafíos pendientes en este Bicentenario. Algunos estructurales y de antigua data, otros más contemporáneos e inmediatos. Desde la macrocefalia de su organización político territorial y las asimetrías de un federalismo nominal, negado por las prácticas fiscales, hasta la perduración de un presidencialismo que sigue favoreciendo la concentración del poder y la elusión de los consensos y controles. Desde la falta de una política de incentivo a las inversiones productivas en el marco de un modelo de desarrollo y modernización de la infraestructura de servicios hasta la persistencia de niveles de pobreza y desigualdad que minan las bases sociales, económicas y culturales del país.

Como en los momentos fundacionales de la Nación argentina, hacen falta hoy también marcos de acuerdo, voluntades convergentes y políticas que logren una movilización de recursos y una superación de los faccionalismos, las limitaciones y condicionamientos del presente para transformarlos en genuinas oportunidades de futuro. Es necesario, por lo tanto, que el Gobierno y la clase política se empeñen en la búsqueda de los consensos para avanzar en la construcción de un país mejor.


El país celebra los doscientos años de la Revolución de Mayo entre certidumbres, frustraciones y esperanzas. Como en sus momentos fundacionales, la Argentina precisa políticas y dirigencias con capacidad para superar los faccionalismos y proyectarse más allá del corto plazo. Es necesario que el Gobierno y la clase política busquen consensos para la construcción de un país mejor.
Imprimir

No hay comentarios:

Publicar un comentario