El último ataque al vestuario fue por la entrega de los premios Príncipe de Asturias, a la que asistió Xavi. "Sé que la Casa Real habló con el presidente del Barcelona, pero ya lo he explicado trescientas veces. Si Xavi estuviese en condiciones viajaría a Zaragoza, pero como no está bien, va al Príncipe de Asturias", repitió para hacer ver que ha decidido él y que se ha seguido su criterio, sin presiones. "No pasa lo mismo con Iniesta, Villa o Puyol. Tenemos un partido a las seis de la tarde. Si queréis vamos los ocho (campeones del mundo). Y entonces contra el Zaragoza tenemos que jugar siete contra 11?", esgrimió.
Incluso tuvo que escuchar al presidente de la Federación Asturiana de Fútbol, Maximino Martínez, acusándole en Radio Marca de ser "prácticamente extranjero" por ser catalán. "No entienden nada. Tenemos la oportunidad de ser un país maravilloso sumando. Coger de los gallegos, de los vascos, de los españoles y los catalanes, de las cuatro lenguas, para ser gente más rica y preparada", lamentó. El Barcelona apoyó a su entrenador y elevará una queja formal a la RFEF por considerar impropias las declaraciones.
Porque Guardiola quería hablar de los avances de Xavi en su lucha contra los dolores en los tendones de Aquiles. "Ha experimentado un cambio muy positivo y esperamos que en estos diez días que estará parado dé otro salto", deseó. O del momento dulce que vive Iniesta, titular en los últimos diez partidos. "Yo nunca tengo ganas de darle descanso a Andrés. Me gustaría que jugase siempre 90 minutos", regaló. Toca hablar en el campo.
sábado, 23 de octubre de 2010
GUARDIOLA: "NO ENTIENDEN NADA"
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