¿Romperá relaciones con su gran vecino o, benevolente, asistirá acaso al inminente cambio de gobierno en Bogotá, apostando por el nuevo Presidente desde el supuesto que sería más flexible que el saliente?
Mientras tanto, siempre tan bolivariano, decidió Chávez abrir la tumba y el féretro del Libertador para poner a prueba la hipótesis de que murió asesinado. Y dio un paso gigantesco en la manipulación de los grandes medios asegurándose el control nada menos que de Globovisión, bandera televisiva de sus mayores críticos.
"Nadie podrá decir que el gobierno la está expropiando", celebró Chávez. Pero el gobierno controlará casi la mitad de las acciones debido a que uno de los grandes accionistas está prófugo y otro se ha muerto. "No estamos expropiando", insistió Chávez. "Nos estamos incorporando al negocio." Recupera así el Estado Bolivariano una concesión, y ya verá él a quién se la otorga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario