Tradicionalmente, la Semana Santa recorre en Barcelona las alternativas de lluvia y sol típicas de nuestra primavera. Lluvias desde el Domingo de Ramos hasta el Viernes Santo o el Sábado de Gloria y rotundo sol la Pascua dominical. Pero hoy, Pascua, amaneció lluvioso y así siguió hasta la tarde temprana hasta que a las seis y pico estallaron, sin preaaviso, lluvias copiosas, viento y prematura oscuridad.
¿Signos de estos tiempos de tribulación creciente para el catolicismo romano por las denuncias de pedofilia en colegios católicos de EEUU, Irlanda y Alemania acompañadas por una embestida conjunta de los medios de comunicación dominantes en el Atlántico Norte?
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