Dicen que en zulú vuvu quiere decir "hacer ruido". Las vuvuzelas producen y vuelven insoportable al ruido que asedia a equipos, técnicos, periodistas y espectadores de este extraño Mundial.
Estas trompetillas de plástico nada tienen que ver con la música ni con el respeto debido a los visitantes. Y seguramente influyen negativamente en la actuación de los competidores extranjeros. y quizás también de los propios surafricanos, ya eliminados.
Un portavoz del Mundial justifica el estrépito: "Este es un evento organizado por y en Suráfica, de modo que los invitados deberian aceptar la cultura del anfitrión."
Sentenia el todopoderoso Sepp Blatter: "No se debe prohibir a los aficionados esta música tradicional, en su propio país."
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