Muchos daban por descontado que al componer su nuevo gobierno Sarko prescindiría de François Fillon, a quien suele denominar a veces, apenas, su "colaborador". Pero helo aquí a Fillon én primer ministro tambismoén del nuevo gabinete de Sarko. ¿Por la libre decisión presidencial o, como se está diciendo por unas cuantas voces, por irrefutable decisión de los diputados?
Christine Lagarde, que seguirá en Economía, afirma que esta es una reestructuración del gobierno "totalmente revolucionaria". ¿Por qué? Su explicación supone una crítica a fondo de los últimos meses gubernamentales: porque "se vuelve al imperativo de la solidez y el profesionalismo", entiende ella. "Con este gobierno no hay lugar para la improvisación." ¿Quiénes improvisaban entonces en el anterior? ¿Han tenido que irse acaso los improvisadores? Se ha ido, y me alegro, el narcisista Kouchner, que ya había manifestado sus discrepancias en el caso de los gitanos. Entra, triunfal, Alain Juppé en Defensa. Y, como en España, una mujer al frente de las relaciones internacionales: Alliot-Marie. Pero se queda el amargado Mitterrand, turista sexual a la caza de machos asiáticos. en Cultura.
Mientras tanto, cuatro miembros del gobierno italiano, partidarios de Fini, dimiten, aguijoneando la nueva crisis de Berlusconi, que necesita del poder político para mantener impunes sus actuaciones empresariales sin perder por ello ese humor populista festejado lamentablemente por demasiados italianos.
Imagine Usted, lector, un diálogo entre el patán Sarkozy, el del índice siempre erecto, y el bufón Berlusconi adicto a las ninfas. Supongo que el patán admira a pesar suyo al bufón, que cuenta con muchos más recursos que él para vivir todavía a sus anchas en el ágora y en el mercado.
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