Acosada por muy variados problemas, Angela Merkel está ganando nuevas energías desde que hizo pública su adhesión a la tesis de Horst Seehofer, su socio de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) sobre "el fracaso del modelo de sociedad multicultural".
Tras reunirse con la Canciller, en Bruselas, el primer ministro belga en funciones y Presidente semestral de la Unión Europea Yves Laterne sentenció a su vez: "Merkel tiene razón, en el sentido de que las políticas de integración no siempre han tenido los efectos beneficiosos que esperábamos de ellas." Algo es algo, de todas maneras: al decir "no siempre", el flamenco Laterne está reconociendo que a veces sí puede tenerlos.
Pero ¿qué diría Laterne de la integración de flamencos, walones y germanoparlantes en la propia Bélgica? Y sin ir más lejos ¿la de flamencos y walones en Bruselas?
Laterne, al visitar con Merkel el Colegio de Europa, tuvo que escuchar al Presidente del Consejo de Administración de tan alta institución, Íñigo Méndez de Vigo, diciendo al tomar la palabra que iba a hablar "en la lengua de Ives Laterne". Hablaba francés y no flamenco. Español tenía que ser para exhibir tanta ignorancia. Español y del PP.
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