El ambiente fue relajasdo, nada solemne. En la Casa Blanca hubo risas, bromas y guiños a los jugadores de Los Angeles Lakers. En los últimos días, Barack Obama, fanático del baloncesto, no gana para disgustos eué Washington. Pero ayer se tomó unos minutos para recibir a los campeones de la NBA y felicitarles por el último título. Obama, en un breve discurso, elogió a Pau Gasol, entre otros compañeros, por haber dado dinero al fondo Clinton-Bush para la reconstrucción de Haití. "Pau se comprometió a dar 1.000 dólares por cada punto contra los Knicks. Me alegro de que marcase 20", dijo. De niño Obama quería ser baloncestista. Y todavía practica el deporte. "Lo único mejor que ver baloncesto es practicarlo", dijo. "Nadie ejemplifica la excelencia en el baloncesto como Los Angeles Lakers del año pasado".
Habrá que ver que encomios recitan ahora los de la Generalitat, tan catalanistas ellos. ¿Clamará Carod por el lanzamiento mundial de una selección catalana de baloncesto?
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