Reforma del sistema financiero
El Gobierno aplaude el plan de Obama contra los excesos de la banca pero reclama sus propias "recetas"
Almunia afirma que está "muy justificado" y el BCE avala sus objetivos. - Francia, Alemania y Reino Unido celebran las medidas, aunque con matices
AGENCIAS - Bruselas - 22/01/2010
La decisión del presidente de EE UU, Barack Obama, de limitar el tamaño de los bancos y restringir sus actividades especulativas ha sido bien recibida en Europa, donde tanto la Comisión Europea, el BCE como algunos de sus países miembros han celebrado, aunque con matices, la medida. Desde Bruselas, el comisario de Asuntos Económicos y futuro titular del departamento de Competencia, Joaquín Almunia, ha considerado hoy que los planes de Obama están "muy justificados" por la "resistencia" de las propias entidades a adoptar medidas que ayuden a prevenir futuras crisis financieras.
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, no ha descartado que la UE llegue a acordar actuaciones similares a las anunciadas por Obama, aunque ha insistido en que todas las decisiones deben tomarse por consenso entre los países miembros "atendiendo a las peculiaridades" del sistema y las entidades europeas y "en línea" con el G-20. "Compartimos el diagnóstico sobre las causas de la crisis y las herramientas para evitar que se repita", ha añadido De la Vega antes de matizar que "cada país tiene sus particularidades y, a raíz de ellas, sus propias recetas". En cualquier caso, una fuente anónima del Ejeuctivo citada por Reuters ha descartado que este tipo de medidas, que han causado una nueva sacudida en las bolsas internacionales, tenga "mucha aplicación" en España, ya que en su opinión las actividades de banca de inversión "no están generalizadas".
Desde el Banco Central Europeo, José Manuel González Páramo, ha abordado el tema criticando que el sistema financiero sea "receptor de ayudas cuando le va mal, pero absolutamente propietario de sus resultados cuando le va bien". Actitud que, en opinión del miembro del comité ejecutivo y del consejo de gobierno del banco, le impide recuperar la confianza de la sociedad. "Pensando en supervivencia o en su cuenta de resultados, tienden a restringir el crédito en situaciones de dificultad, lo que crea una seria espiral con consecuencias sobre el empleo", ha explicado.
"Entiendo que el presidente de los Estados Unidos adopte medidas en relación con los bancos, porque todos tenemos la impresión de que las entidades financieras de Wall Street no han sacado todas las consecuencias de la crisis, crisis que se origina allí", ha argumentado por su parte Almunia. "No digo que sean los únicos responsables, pero la crisis se originó en los excesos de Wall Street, en una excesiva toma de riesgos, en unas actuaciones de algunas entidades financieras totalmente ajenas a los intereses de los ciudadanos y de una economía estable", ha añadido Almunia.
Traslado a Europa
Preguntado si Europa debería imitar esas iniciativas, el comisario ha recordado que la UE está poniendo en marcha cambios importantes en la legislación del sector. "Estamos cambiando regulaciones financieras importantes. En Europa tenemos otro tipo de dificultades para poner en marcha esas medidas, no las mismas que en Wall Street", ha declarado.
En su opinión, en Europa "no existe un Wall Street poniendo el pie en el freno a las medidas de regulación financiera que están discutiéndose, pero sí existe todavía una cierta tentación a creer que las soluciones nacionales, a nivel de cada estado miembro, pueden ser mejores que las soluciones coordinadas a escala europea", ha agregado Almunia.
El comisario ha recordado que la nueva arquitectura europea de supervisión financiera propuesta por la Comisión topó con las resistencias de algunos gobiernos durante el debate celebrado en diciembre en el Consejo de Economía y Finanzas (Ecofin). Como resultado de aquel debate, la propuesta inicial, que atribuía mayores poderes a las nuevas entidades paneuropeas de supervisión, resultó edulcorada. En concreto, la tarea de vigilar a las entidades quedó en manos de las autoridades nacionales, en un sistema inspirado en el modelo español actual. Además, el hecho de que Bruselas no pueda contar con medidas de presión o coacción excepto la publicación de las entidades con problemas, resta fuerza al nuevo sistema de supervisión, según los expertos.
"Espero que la presidencia española en estos seis meses sea capaz de sacar adelante" el paquete legislativo, declaró el comisario Almunia, quien dejará a principios de febrero la cartera de Asuntos Económicos y Monetarios para hacerse cargo de la de Competencia en el nuevo Ejecutivo comunitario. Por otra parte, Almunia ha augurado un apoyo "muy amplio" de los gobernantes de la UE a las propuestas económicas del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, como la llamada Estrategia UE2020, que sustituirá a la Estrategia de Lisboa.
Francia, Alemania y Reino Unido respaldan en parte la medida
Bajando a la escala de los países, Francia y la oposición conservadora británica han ofrecido también su respaldo a la propuesta de Obama. Desde París, la ministra francesa de Economía, Cristina Lagarde ha calificado que es un "muy, muy buen paso adelante". "La apuesta de Obama a favor de regular los mercados, que era un tema tabú difícil de abordar en los círculos financieros estadounidenses, es vital para contener y limitar los excesos de los bancos", ha afirmado. En Berlín, el portavoz del Ministerio de Economía, Michael Offer, ha afirmado que las medidas presentadas en Washington "ayudan a continuar con el debate a nivel internacional" sobre la reforma de los órganos de supervisión. Alemania quiere "ayudar a buscar una solución al problema de que las entidades que son demasiado grandes para caer", ha añadido.
En la misma línea, un portavoz del Gobierno británico ha afirmado que Gordon Brown se "siente muy cómodo" con la idea. La fuente, citada por Reuters, ha recordado que la postura del primer ministro está a favor de recortar el excesivo riesgo tomado por el sector financiero, aunque, dando la razón a Almunia en sus críticas, ha añadido que cada país debe abordar sus propias circunstancias de diferente manera.
Más destacable por lo contradictorio ha sido el apoyo mostrado a la medida por la oposición conservadora británica, aunque por el hecho de que están pensando en las encuestas previas a las próximas elecciones de junio, en las que parten como favoritos. Al contrario que sus colegas en Estados Unidos, el portavoz del partido conservador, George Osborne, ha destacado que existe un emergente consenso internacional para forzar a los bancos a separar su negocio de banca de ahorros e inveriones.
Dentro de las actuaciones de los estados miembros de la UE contra la asunción de excesivos riesgos por parte de las entidades, de momento, Francia y Reino Unido están poniendo en marcha un nuevo impuesto para tasar en un 50% los bonus que reciben los banqueros. Al tiempo que Alemania, dentro de su plan para crear bancos malos, obliga a las entidades a pagar garantías y comisiones por acudir a los fondos de rescate.
Para evitar que las firmas financieras se beneficien de "una manera injusta" de los privilegios especiales que tuvieron durante el último año, la Casa Blanca quiere prohibir que los bancos especulen en los mercados por cuenta propia (proprietary trading) o que sean propietarios, inviertan o patrocinen fondos especulativos (hedge funds) o firmas de capital riesgo (private equity). Considera que eso se aleja de la misión central de un gran banco. El anuncio llega una semana después de la propuesta que lanzó la Casa Blanca, para aplicar una tasa del 0,15% al pasivo no asegurado de las entidades financieras con activos superiores a los 50.000 millones.
La patronal bancaria española coincide en que están "justificadas"
La Asociación de la Banca Española (AEB) considera "justificadas" las reformas para regular los bancos del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ya que van encaminadas a atajar algunos de los factores que originaron la crisis financiera. Fuentes de la AEB han recordado que siempre han defendido que la causa de la crisis es que algunos bancos internacionales han asumido enormes riesgos en actividades y productos propios del negocio de banca de inversión, que eran ajenos a los intereses sociales y contraproducentes con una economía estable.
La AEB ya había propuesto que se separen las actividades de la banca de inversión de las de la banca comercial, algo como lo que propone ahora Obama, al tiempo que considera que es desacertado que un mismo banco realice estas actividades. El tratamiento de las entidades "sistémicas" que propone Obama coincide con los argumentos de la AEB.
En cuanto a cómo afectarían estas medidas a las entidades españolas si se adoptan en Europa, las mismas fuentes adelantaron que a los bancos españoles no les afectaría excesivamente, porque su actividad de banca de inversión es poco significativa.
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