martes, 9 de marzo de 2010
AZNARIDADES
Si, cuando era presidente, Aznar alardeó de poner sus pies sobre la mesa como acababa de hacerlo Bush con los suyos, si ahora justifica su gesto obsceno con la diestra ante universitarios energúmenos alegando que “con los descarados la respuesta debe ser descarada”, hay que reconocer que tan hispano personaje se subordina una y otra vez a los modelos de comportamiento que otros –amigos o adversarios- le sugieren o le imponen.
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